En la actualidad, las bacterias resistentes a los antibióticos son responsables de 700.000 muertes al año.
“Llegará un día en que cualquier persona pueda comprar la penicilina en las tiendas. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente tomar una dosis insuficiente, y que al exponer a sus microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes”.
Estas palabras proféticas fueron pronunciadas por Alexander Fleming el 11 de diciembre de 1945, en el discurso que ofreció durante la ceremonia de concesión del premio Nobel.
En la actualidad, las bacterias resistentes a los antibióticos son responsables de 700.000 muertes al año. La situación no va a mejorar y se estima que en el año 2025 muchos de los antibióticos habituales serán ineficaces frente a las llamadas “superbacterias”. La globalización favorece que los nuevos tipos de resistencia a los antimicrobianos traspasen las fronteras y se extiendan sin apenas esfuerzo por los continentes. Estas se propagan a una velocidad vertiginosa y el creciente aumento de la resistencia a los antibióticos ya está desbocado, amenazando con originar una crisis sanitaria crítica a nivel mundial.
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